
Descripción
El Canal Grande es considerado como el trayecto o la vía principal de la ciudad. Un embajador francés, Philippe de Commynes, la calificó, a finales del siglo XV, como la vía más bella del mundo. Palacios de espléndida arquitectura que reflejan sus fachadas sobre el agua con juegos de luz que cambian con el transcurso del día. Ver Venecia desde el agua significa descubrir su dimensión anfibia, su singularidad; uno se da cuenta de que sin agua ésta sería igualmente una ciudad hermosa, pero como tantas otras. Para entenderlo, hay que navegar también por los canales menores, donde, todavía hoy, se transportan todos tipos de mercancías en barco: ¡no hay coches ni camiones! En Venecia no se puede ni se debe tener prisa, hay tiempos más largos, sus habitantes lo saben y quien viene a visitarla debe adaptarse.
Propongo iniciar con un taxi privado disponible durante una hora, desde San Marco y en dirección al este, entrar en el Río dei Greci, pasar por la basílica de los Santos Juan y Pablo, y llegar al tramo de agua de la laguna norte donde se divisan en el horizonte los cipreses de la Isla de San Michele (el cementerio de la ciudad)) y la Isla de Murano. Luego, navegando hacia el oeste, se alcanza el Canal de Cannaregio que desemboca directamente en el Gran Canal por el que navegaremos en toda su longitud, unos cuatro kilómetros, para terminar nuestra navegación en San Marco.